Según una investigación del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos, las mujeres que atraviesan el periodo de menopausia tienden a deprimirse con facilidad, por lo que combinada con el estrés un hijo adolescente, el resultado puede ser inestabilidad familiar y confusión.

Para evitar que esto pase, debes comprender que la menopausia no es más que un período de transición que se irá y no regresará, al igual que la adolescencia.

La mejor herramienta es la comunicación abierta, por lo que te recomendamos hablar con tus hijos y explicarles los cambios por los que ambos pasarán. Ten en cuenta que tú también fuiste adolescente y que sentías incomprensión, malestar e irritabilidad continua. La menopausia es llamada por muchos como la “segunda adolescencia” por lo que los cambios y sensaciones que compartirás con tus hijos serán similares, lo cual es un elemento a tu favor ya que pueden vencer cada uno de los obstáculos de la mano.

Pide su apoyo y dales tu apoyo incondicional, más adelante te agradecerán la honestidad y les agradecerás su comprensión. Realicen actividades en conjunto y, si es necesario, asistan a las citas médicas de cada uno para comprender a fondo qué es lo que está ocurriendo y cómo pueden superarlo juntos.

Recuerda: amor, comprensión y comunicación son los ingredientes perfectos para una relación armoniosa con tus hijos.