Las manchas del periodo pueden ser una pesadilla sangrienta, ¡pero tus pantalones y ropa interior favoritos no tienen que parecer una escena del crimen para siempre!

Esto es lo que debes hacer:

Llena tu fregadero o una cubeta con agua fría y hielos (el agua caliente fija permanentemente las manchas de sangre) y sumerge la prenda, cubriendo completamente la mancha, durante al menos diez minutos (preferiblemente en la noche).

Para las prendas blancas, sumerge un paño blanco limpio en peróxido de hidrógeno (disponible en cualquier supermercado o farmacia) y frota suavemente la mancha de sangre. El peróxido tiene la capacidad de eliminar las manchas de sangre. Para las prendas de colores, mezcla agua con sal y sumerge la prenda, frotando suavemente el área manchada con sal.

Después, lava con agua fría (nunca caliente) e inspecciona antes de secar. Si la mancha ha desaparecido, puedes meter la prenda en la secadora; si todavía está allí, déjela secar, porque el calor de la secadora fijará la mancha.