Lo primero que nos pregunta el ginecólogo cuando vamos a visitarlo es el color de nuestro flujo, en él, podemos darnos cuenta si hay algo malo con nuestro cuerpo que no vemos a simple vista.

El flujo vaginal es una secreción transparente y sin olor, sin embargo puede cambiar de color a blanquecino o amarillento cuando sale de la vagina. Si el flujo se torna más espeso de lo habitual o de color marrón, es importante poner atención con más detalle de algunos otros síntomas.

Los cambios en el flujo son influenciados por varios factores como cambios hormonales, excitación sexual, estado de ánimo, ingesta de ciertos medicamentos o bien por la presencia de infecciones vaginales.

El flujo café está asociado a los problemas derivados de la menstruación y cambios hormonales. A veces, el flujo son las células que el útero no pudo expulsar en la menstruación. En el periodo de ovulación también puede tornarse café aunque tu médico, conociendo tu historial, es el indicado para darte un diagnóstico preciso. También podría tratarse de una infección o una enfermedad de trasmisión sexual.

Ante cualquier cambio extraño en tu cuerpo no dudes ir con el médico que específicamente te dirá qué está pasando con tu cuerpo. 

¡No tomes a la ligera los cambios de tu cuerpo!