Estamos conscientes de que nuestro flujo vaginal puede tener cambios pero no siempre estamos seguras de si lo que vemos es normal o no, sin embargo sabemos que ante cualquier cambio de color, olor y textura lo mejor es acudir con el médico.

Un flujo vaginal blanco podría anunciarte la llegada de tu periodo, carece de olor y se presenta como una secreción normal de tus órganos reproductores femeninos. Consiste en células epiteliales y moco que son excretadas por las glándulas con el propósito de humedecer la vagina y protegerla de infecciones.

Cuando estamos en edad reproductiva es normal que tengamos flujo a lo largo del ciclo menstrual sin embargo van cambiando en las fases del ciclo, la primera fase se da antes de la ovulación y puede tener grumos minúsculos de 3 mm y normalmente no tiene olor.

En la ovulación el flujo es más abundante, tiene una consistencia elástica y probablemente tire a un tono beige que casi no se nota.

Al terminar la ovulación la cantidad de flujo disminuye y suele tener una consistencia cremosa.

Para ayudar a nuestro flujo a tener buen aspecto es necesario visitar regularmente al ginecólogo, tener una dieta balanceada, tomar agua y hacer un poco de ejercicio. Cualquier duda siempre será mejor consultarla con un médico.